jueves, 12 de mayo de 2016

Leyendo en Grolier's / Reading at Grolier's

La divertida imagen en la cual, antes de leer nuestros poemas, aparecemos aislados y concentrados, cerca, pero a la vez cada uno visitando su propio mundo interior, la excelente poeta Danielle Legros Georges y el grueso y mínimo yo.

El lugar es Grolier Poetry Bookshop, esa librería pequeña que es parte de la historia mítica de la poesía estadounidense de casi los últimos cien años.

Todo un privilegio que sólo admite la respuesta de Oshin, aquel personaje de una popular serie televisiva japonesa, que ante cualquier adversidad respondía siempre: "me esforzaré más".


Pensando en mi vida, puedo traducirlo como: "leeré más, trabajaré más, seré más hondo y también más generoso para llegar hasta donde se encuentran los buenos poemas (en general, literatura) y haré cuanto esté en mis manos para respetar y compartir los textos, las vidas y la memoria de sus autores, en mi comunidad inmediata y más allá".

Es un modo metafórico de referirme al viejo sueño de crear una red universal de sensibilidad humana, entendimiento mutuo, emociones compartidas y justicia.

Gracias a Danielle Legros Georges, por la lectura juntos.

A Katerina González-Seligmann, por la traducción.

A Dan Wuenschel, porque una tarde se acercó a conversar y, a partir de ahí, encontré a un amigo de la poesía.

A Elizabeth Doran, por las conversaciones.

A Harvard, por permitirme estar.


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This sort of funny image in which, before reading our poems, we appear isolate and concentrated; close, but distant: both visiting their own interior world. She is the great poet Danielle Legros Georges and the other is me, as I like to call my self: minimum.

The site is Grolier Poetry Bookshop, the little site to buy poetry books and organize readings that is part of the mythical history of American poetry along the last hundred years.

For me, is a privilege that can only be answered with the words of Oshin, the character of a popular Japanese TV series, whom -faced with different types of adversities through her whole life- always answered: "I will strive more."

Thinking in my life, I can translate it as: "I'll read more, I’ll work harder, I’ll promise to dig deeper and with more generosity to reach and to reveal the location where the good poems blossom (and, in general, the good literature).

It is a metaphor to say, with humility, that I will do my best to respect that texts and the life and memory of the authors, and my best to share them in my community and beyond.

The ancient dream of an universal network of human sensibility, mutual understanding, shared emotions and justice.

Thanks to Danielle Legros Georges, for the common reading.

To Katerina González-Seligmann, for the translation.

To Dan Wuenschel, because one afternoon he introduced himself to talk and, from there, I met a friend of poetry.

To Elizabeth Doran, for the many talks at Grolier.

To Harvard, for letting me be here.