lunes, 17 de diciembre de 2018

Un poco de alegría cuando... (el año casi termina)

Van escapando los días, arriba el fin de año, hemos discutido mil cosas
y siento que hay mil alegrías que hubiese deseado compartir (no lo hice,
no lo hice). Me hace pensar, cuestionar(me), para qué sirve este nuevo
universo de la comunicación virtual y qué hago con/él. La cuestión es
tan sencilla como calcular el tipo de persona que soy y así caer en la
cuenta de que -si no puedo compartir mi alegría de lector, espectador en
las pantallas de cine o televisión, oyente de música, imantado por la
tecnología o simple paseante callejero- entonces esto no me sirve para
nada o termina por aburrir.

Agracederé siempre la hermosa oportunidad de asistir a un momento bello
que (nos) regaló Alejandro Zamora, organizador principal de la
exhibición que -hace algunas semanas, el 14 de noviembre de 2018- tuvo
lugar en la Biblioteca Nacional "José Martí" para homenajear la historia
del hip-hop cubano. Zamora y Jorge Luis Montesinos, el curador de la
muestra, fueron más allá de las expectativas y dedicaron espacio no sólo
a los músicos, sino a la tecnología que posibilitó (para los de mi edad)
el consumo de esa música "americana" que, por entonces, era de una
peligrosa alternatividad.

Como los enlaces se producen en medio de sorpresas, apenas unos días más
tarde (el 25 de noviembre) asistimos (Zamora y yo) a la presentación de
la revista electrónica "El Arca" en la Fundación Ludwig de Cuba. La
presentación fue parte del ciclo "Revistas de cabecera", en el cual van
a tener la oportunidad de primer plano todas las publicaciones de este
tipo que -desde hace unos tres años- vienen apareciendo en esa enorme
cápsula de informaciones semanales que es el llamado "paquete". En esta
ocasión la publicación electrónica se titula "El Arca" y se define como
"revista cubana sobre animales", "publicación educativa, de
entretenimiento y de divulgación científica que se edita en Cuba por,
para y desde los amantes del Reino Animal, especialmente de los animales
de compañía".

La presentación, prometida para las seis de la tarde, comienza con más
de una hora de tardanza y demora luego casi dos porque resulta un éxito
espectacular; las preguntas se multiplican, el mundo de los animales
teje lazos con la sociedad y las respuestas abren intereses y
cuestionamientos nuevos en los pocos asistentes. Somos testigos de esa
maravilla de la comunicación y la cultura que es el arte de hacer
publicaciones periódicas; en este caso, el nacimiento, desarrollo,
escollos, éxitos y sueños de una revista temática.

Pero si esto es maravilla, mejor aún es el hecho de que -dentro de la
variedad de ofertas para consumo cultural de que es portador el llamado
"paquete"- se encuentran ya (hasta donde he podido coleccionarlas) 22
revistas en formato PDF. Estas publicaciones, ninguna de las cuales
tiene ni reconocimiento ni circulación oficial, abarcan temas tan
diversos como los animales, el cine, la farándula, el mundo del deporte,
los tatuajes, las quinceañeras y la moda.

Por cierto que, no hay palabras con las que agradecer el enorme
trabajo/esfuerzo de la Fundación Ludwig para acercarse, estudiar y dar
visibilidad a estos fenómenos nuevos de la producción y el consumo
cultural en Cuba. Días antes habían acogido a una investigadora,
procedente de la Universidad de Oriente, quien ofreció una charla a
partir de su trabajo de tesis, dedicado a los fanzines de rock en el
país. Pude ver imágenes de algunos de estos fanzines, comprobar la
cantidad enorme de información que contienen y convencerme de que
-visitando todas estas fuentes que hoy apenas tomamos en cuenta- es tan
necesario como posible reescribir la historia cultural del país.

A la semana siguiente, esta vez en el Instituto Cubano de Investigación
Cultural "Juan Marinello", estuve durante la presentación de las
publicaciones: "Miradas sociológicas a la Educación en Cuba", compilado
por Yisel Rivero Baxter; "De lo superficial a lo esencial. Lo
comunitario en prácticas culturales", de un colectivo de autores;
"Cartografía de las instalaciones culturales", de Hamlet López García; y
el "Anuario" de la institución.

De los trabajos que leí del "Anuario" dos me interesaron de manera
particular: "Cuba: la mala hora del trotskismo", de Frank García
Hernández y "El Congreso olvidado", de Rafael Acosta de Arriba.

La "Revista de la Biblioteca Nacional de Cuba José Martí" fue dedicada
(No. 1, enero-junio de 2018) al tema "1898: una intervención; una
interrupción". Del conjunto de textos que allí aparecen, ninguno tan
cargado de sugerencias y potencialidades para investigaciones futuras,
como "Los países latinoamericanos, la Guerra de Independencia de Cuba y
la intervención de Estados Unidos", de Sergio Guerra Vilaboy. ¡Muy bien!

Gracias a los buenos oficios de mi hija, Karen, conocí -en la Fundación
Ludwig- a dos jóvenes escritores (¡muy jóvenes!) de la ciudad de
Medellín, ambos con hermosos proyectos culturales. Santiago Rodas,
editor de la revista de poesía e ilustraciones, "Gris". Los poemas del
dominicano Frank Báez son un puñetero puñetazo en la cabeza. ¡Dios mío,
qué tronco de poeta! El primer número de la publicación termina con un
dibujo simpático al tiempo que profundo; allí, un personaje encapuchado
advierte al dibujante que "¡El arte es inútil!" a lo cual este responde:
"¡pero sabroso!" Por su parte, Wendy Vera, es parte de la dirección de
"Entrecruzados", hermosa y humilde revista que se define como "hojas de
papel entintadas de cultura e impregnadas de inspiración que invita a
soñadores como vos y como yo a atreverse."

La llegada de esta edición 40 del Festival Internacional del Nuevo Cine
me dió la oportunidad de presentar la compilación del homenaje a Julio
García Espinosa que, hace ya dos años, fue organizado en la Casa del
Festival. En aquella ocasión fui invitado a ser parte de una de las
mesas y a presentar el libro en esta. Gracias a Lola, al Festival y a
Julio, quien siempre está aquí. Vale la pena este pequeño volumen lleno
de cariño. En la presentación compartí con Manolito Herrera, quien ha
hecho un documental de homenaje a Julio, documental que tengo enormes
deseos de ver.

También durante estos días de Festival volví a conversar con Bernadette
Wegenstein, profesora de John Hopkins University, quien tuvo la
gentileza de obsequiarme sus libros "Getting under the skin. Body and
Media theory" y "The cosmetic gaze. Body modification and the
construction of beauty." Además de esto, sumó uno de sus más recientes
artículos "Agatha's breasts on a plate: "Ugliness" as resistance and
queerness," texto que forma parte de un volumen cuyo título es tentación
en estado puro y que aspiro a leer en la primera oportunidad: "On the
politics of ugliness."

La Biblioteca Nacional presentó la exposición "Selma: 1965-2018",
trabajo colaborativo que reúne fotos del fotorreportero "Spider" Martin
(realizadas en ocasión de la célebre marcha de Selma a Montgomery
encabezada por Martin Luther King, en 1965); así como las hechas hoy, en
el mismo lugar, por los artistas Julio Larramendi y Karen Graffeo. El
catálogo es excelente.

Finalmente, el día 19 de diciembre (¡felicidades siempre, San Joseíto
Lezama!) debo de estar en la mesa de presentación del volumen
"Circunstancias de un poeta: Roberto Fernández Retamar", del argentino
Sergio Marelli, en la Casa de las Américas. Este grueso volumen, que hay
que agradecer (a la vez que lamentar la increíble morosidad o ceguera de
las editoriales cubanas para no haberlo hecho ellas antes), viene
acompañado de un documental-entrevista.

Vi películas interesantes como "El Papa Francisco: un hombre de
palabra", de Win Wenders; "Palo Alto", de Gia Coppola; "Bezbog", de
Ralitza Petrova y "BlackKKlansman", de Spike Lee. Laidi Fernández me
prestó la 6ta. temporada de esa joya que es "Seinfeld", serie que ambos
desaríamos (junto con "Monk") tener completa. Continué traduciendo
chistes para el pequeño volumen sobre el humor que he comprometido con
Ediciones Loynaz, de Pinar del Río. En esta línea, he disfrutado desde
eruditas investigaciones (como las compiladas por Guy Hassal en "Humour,
history and politics in Late Antiquity and the Early Middle Ages"),
inteligentes y muy interesantes investigaciones como las de David
Gillota en su "Ethnic humor in multiethnic America," hasta ese artículo
único, verdadera lección de ironía y latigazo ético, que es "How to
Write about Africa", del kenyano Binyavanga Wainaina. Y, claro que,
miles de chistes.

Sin embargo, el descubrimiento más grande fue "What you gonna do when
the World's on fire", el impresionante documental de Roberto Mivervini.
Me aplastó esa obra enorme de Minervini. Tuve el privilegio de
presentarlo, durante la master-class que ofreció en el recién concluído
Festival Internacional del Nuevo Cine y, más que eso, la posibilidad
única de quedar conversando con él y con su esposa. Dios me protege
cuando me da la posibilidad de conocer a personas de tan profunda
calidad humana y artistas tan auténticos.

Y sigo leyendo a los Padres del Desierto. De todas las anécdotas, mi
favorita es esta que sigue, del abad Macario:

""Un día, el abad Macario volvía del pantano a su celda llevando palmas.
Y salió a su encuentro el diablo con una guadaña. Intentó herirlo con
la guadaña pero no pudo. Y entonces le dijo: «Macario, sufro mucho por
tu causa, porque no te puedo vencer. Hago todo lo que tú haces: tú
ayunas y yo no como; tú vela s y yo no duermo nunca. Sólo hay una cosa
en la que tú me superas». «¿Cuál es?», le preguntó el Abad Macario. Y el
demonio le respondió: «Tu humildad, que me impide el que pueda
vencerte»."



Gracias por todo.