Suceden tantas cosas y hay tanto interesante -lo cual no implica que me atraiga ni que desee elogiarlo- que no hay manera de que el tiempo alcance. En ocasiones es un acontecimiento gigante, de esos que empujan con su significación a centenares de miles o a millones; en otras, son episodios diminutos, extraviados dentro de la vertiginosa dinámica de un país o una época. Quisiera extenderlos, compararlos, encontrar los enlaces posibles que los conectan o las desconexiones, mirar la realidad como un mapa dinámico de actores dinámicos, atravesado de fuerzas que se encuentran, chocan, colaboran, se anulan, o se suman para entonces ingresar a un orden superior.
La desgracia parece, o tal vez es, más urgente que el simple gesto de contento y se atropellan días sin expresar alegría y gratitud por el extraordinario trabajo de ese más que promotor cultural que es Desiderio Navarro, director, cabeza, guía y ejecutor de ese proyecto magno que es el Centro Teórico-Cultural Criterios.
Desiderio se ha echado en hombros la tarea titánica de filtrar cultura contemporánea (desde los más de 20 idiomas que maneja) y de refractar esto en traducciones, en la conformación de la revista “Criterios”, en la colección de libros a la cual el Centro brinda sello, en la organización de conferencias con invitados internacionales de absoluto lujo y en ese hermoso gesto altruista que es la puesta en circulación anual, durante los últimos cinco años, de 1, 001 textos teóricos a lo largo de unas horas de fiesta que él ha denominado: «Los mil y un textos en una noche».
Esa inmensa cantidad de documentación, útil para la enseñanza y, en general, el conocimiento, y que abarca todas las artes, culturología y filosofía, conforma los fondos electrónicos de la Biblioteca Salvador Redonet Cook del Centro Teórico-Cultural Criterios.
¡Qué hombre este, renacentista y enciclopédico, que puede él solo cargar el peso de crear toda una biblioteca entera para ayudar y brindar servicio a las ciencias sociales del país!